domingo, 18 de diciembre de 2022

Ya no se podrá cazar en los parques nacionales de España.

El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico acaba de anunciar el fin de las cacerías en los parques nacionales de España. A la alegría de esta decisión le sigue la sorpresa: ¿Pero es que se podía cazar en un parque nacional?

Pues sí. Se podía hacer y se hacía todos los años, a pesar de que desde 2014 la normativa estatal consideraba la caza un actividad incompatible con el uso y gestión de este tipo de importantes espacios naturales.

 Desde 2020, el Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) ha formalizado numerosos acuerdos voluntarios de indemnización en materia cinegética, tanto con titulares públicos como privados, cumpliendo con la normativa vigente. Trata así de armonizar la gestión y funcionamiento diario de los parques nacionales en los territorios donde se ubican.

Picos de Europa, el último parque con cazadores.

Los últimos en poner fin a la caza comercial y deportiva han sido los pueblos del Parque Nacional Picos Europa. Para ello ha sido necesario llegar a un acuerdo de indemnización cinegética con las juntas vecinales leonesas de Caín de Valdeón, Santa Marina de Valdeón y Real Concejo de Valdeón, así como con el Ayuntamiento de Oseja de Sajambre, por los terrenos situados en la reserva regional de caza de Riaño.

 Según informa el Ministerio, el OAPN ha venido trabajando para lograr la consecución de acuerdos voluntarios con los propietarios de estos terrenos, realizando para ello las correspondientes valoraciones de indemnización y acordando las cuantías resultantes con los representantes de los citados titulares de derechos limitados.

En 2021 se alcanzaron acuerdos similares con propietarios de los parques nacionales de Sierra Nevada y Cabañeros.

 Graves impactos.

Según Ecologistas en Acción, los impactos de la caza en los parques nacionales son muy graves: persecución y extinción de predadores, fomento de especies exóticas e invasoras, desequilibrios poblacionales, fragmentación de los hábitats por vallados, deterioro de los hábitats por caminos, cortaderos y otras infraestructuras, contaminación por plomo y limitaciones vergonzantes al uso público.

También destacan que los espacios naturales donde todavía se puede cazar en España siguen siendo mayoría. Conviene recordar que los Parques Nacionales españoles solo ocupan el 0,75 % de la superficie del Estado, mientras que los cotos de caza abarcan el 87 %.

Aun queda mucho por hacer.

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