Los experimentos se llevaron a cabo en ratones, pero los investigadores, creen que los resultados muestran las posibles consecuencias de las altas dosis de este mineral también en humanos.
Pero no queda ahi esta investigación, porque también se agregan estos fosfatos a otros alimentos, como carnes procesadas, pasteles o panes, resultando igualmente dañinos para nuestra salud. En el estudio, por ejemplo, se encontró que la piel y los músculos se marchitaban, y que también podían ocasionar daños en el corazón y en los riñones.
Este estudio es el último de muchos otros que han mostrado su preocupación por la seguridad alimentaria de las colas y zumos con gas, unas bebidas de consumo masivo en todo el mundo.
Según algunos estudios, sólo dos latas a la semana son suficientes para que aumente el riesgo de padecer de huesos frágiles, cáncer pancreático, debilidad muscular o parálisis.
Me parece excesivo ese "aviso". Si fuera tan perjudicial, la gente como yo, que lleva bebiendo colas y otras gaseosas desde siempre ya tenía que tener algún síntoma.
ResponderEliminarLas bebidas gaseosas llevan desde primeros de siglo...