martes, 31 de mayo de 2022

Scapa Flow, la inverosimil venganza alemana.

 Scapa Flow es una bahía natural, al abrigo del viento en las Islas Orcadas, al norte de Escocia. Este refugio fue utilizado como base naval para la marina de guerra Británica durante las dos guerras mundiales.


  En noviembre de 1918, pocos días después del Armisticio, Alemania descubrió las duras condiciones impuestas por los aliados, que incluían, además de la retirada de las tropas y daños financieros, la entrega completa de su aviación y de su flota naval. Todos los buques de guerra alemanes debían de ser internados en puertos aliados hasta que se tomara una decisión final. Esto supuso el traslado a Scapa Flow de los 74 barcos que quedaban de la flota imperial alemana, los cuales, fueron escoltados  por cerca de 250 buques de guerra de los aliados, dado que estos tenían mucho cuidado del peligro de esta flota, que se ilustro en numerosas batallas navales a lo largo de los cuatro años que duro la Primera Guerra Mundial.

Después de un año de penurias impuesto a los marinos y oficiales responsables del mantenimiento de la flota... ratas, escorbuto, hambre, frío …, llegaba la decisión del tratado de VersallesTodos los barcos alemanes serian entregados a los aliados como botín de guerra.

Temiéndose dicha solución, y adelantándose a los hechos, el comandante de la tropa alemana que estaba a cargo del mantenimiento de la flota, el Vicealmirante Ludwig von Reuter había instruido a sus soldados para llevar a cabo una ultima misión. Se trataba de un plan perfecto y sincronizado para que los aliados no se pudieran repartir la tan valiosa flota alemana. Ordenó el hundimiento de los 74 buques al mismo tiempo, lo cual pillo por total sorpresa a los aliados, que poco pudieron hacer mas que quedarse mirando estupefactos. 

Hubo detenciones y muertos entre los soldados, pero la gran flota casi había perecido al completo bajo las aguas del Atlántico. Solo unos cuantos destructores pudieron ser remolcados a tiempo para salvarlos, los cuales fueron repartidos entre los aliados.

El ingenioso plan de rescate

La importancia estratégica de esta Scapa Flow para la marina inglesa obligó a encontrar una solución rápida para eliminar estos pecios imponentes que suponían un riesgo inmediato para la navegación de su flota. La empresa Cox y Danks compró el derecho a explotar los restos y comenzó a trabajar en al rescate de los barcos. Con unos procesos innovadores para la época, pudieron rescatar 32 barcos. A partir de 1936, la empresa vendió sus derechos a otra, la cual se encargó de rescatar el resto de los barcos. Solo 7 pecios de entre 150 y 180 metros de longitud se quedaron a gran profundidad, dada la dificultad del trabajo y su poca rentabilidad.

Como curiosidad, en 1939, se adentro un submarino alemán en la bahía y hundió dos buques ingleses, añadiéndolos a la lista de pecios sumergidos.

¿Y entonces, cual fue la venganza?

En palabras del ViceAlmirante von Reuter:

 "Me alegro. La mancha de la entrega se ha borrado del escudo de la flota alemana. El hundimiento de estos buques ha demostrado que el espíritu de la flota no está muerto. Este último acto es fiel a las mejores tradiciones de la marina alemana".

 En parte, los alemanes tuvieron cierta liberación con aquello, pero la verdadera venganza vino pocos años después, cuando se supo quien y para que estaba demandando tanto acero, proveniente de los desguaces de la flota rescatada... la misma Alemania.  Tod@s sabemos para que sirvió, pero eso es otra historia.

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