viernes, 29 de abril de 2016

El etiquetado engañoso...

Hoy me he encontrado con algo sorprendente en el etiquetado de dos productos, según su fabricante, exentos de calorías. Se trataba de un supuesto bote de mayonesa y otro de ketchup.
Para empezar ya me pareció muy chocante el llamar exento de calorías a una mayonesa, sabiendo que su principal ingrediente es precisamente de lo mas calórico que nos podamos echar a la cara: el aceite. Mas allá de este dato y poniéndote a leer un poco su composición, enseguida te das cuenta de que algo no cuadra...
Como podéis ver, en la etiqueta de la izquierda, que es la correspondiente a la mayonesa, se detalla la tabla de valores energéticos y su listado de ingredientes.

De los tres ingredientes esenciales para realizar una mayonesa de las de siempre (aceite, huevo y zumo de limón o vinagre), esta solo contiene uno: el zumo de limón o vinagre.

viernes, 22 de abril de 2016

Ha fallecido el "Principe de Mineapolis". D.E.P.

Histriónico, teatral, seductor, sensual...genial. Prince Rogers Nelson falleció hoy a los 57 años en su estudio de Paisley Park, en la localidad de Chanhassen (Mineapolis).

Después de casi cuarenta años revolucionando la escena musical, Prince deja este mundo como Príncipe, sin la etiqueta de «rey», pero con un reino propio que deja en generosa herencia a miles de melómanos de todo el planeta.

La noticia de su muerte vuelve a teñir de luto al mundo de la música que, en este trágico 2016, todavía no se ha recuperado del fallecimiento de David Bowie el pasado 10 de enero.

Por desgracia, las coincidencias van más allá del año necrológico: tanto Prince como Bowie son seres irrecuperables y necesarios y, por supuesto, irrepetibles.

Ambos escaparon de su tiempo y se convirtieron prolíficos artistas, singulares y valientes que trascendieron todos los géneros musicales y llenaron nuestras vidas de canciones inolvidables.

De hecho, en uno de sus últimos conciertos, en marzo, en Toronto (Canadá), el también llamado genio de Mineápolis interpretó al piano «Heroes», un himno generacional que Bowie nos legó a los terrícolas en un lejano 1977.

Sería un año después de aquel disco berlinés de Bowie cuando apareció «For you», el primer álbum de un joven Prince.