Si hablamos de innovación tecnológica desde un punto de vista experimental, una de las primeras herramientas que ronda nuestra cabeza es Linux. Gracias a los devotos del sistema operativo, hemos podido ver no solo como se ejecuta en una hoja de Excel, sino también cómo es capaz de funcionar en un PDF. Sorprendentemente, Linux está a punto de dejar atrás a uno de sus buques insignia, ya que el núcleo del sistema operativo ha dejado atrás la compatibilidad con las CPU 80486 de Intel.
Si no te suena esta opción, no te preocupes: es totalmente lógico. Hace 18 años, momento en el que se fabricó la última CPU 486, ya se trataba de una opción en desuso, razón por la que hablamos de un procesador que pasó a mejor vida hace casi dos décadas. Linus Torvalds, creador de Linux y uno de los mayores defensores de su comunidad, señaló que no tiene ningún sentido seguir dedicando esfuerzo a mantener soporte para esta arquitectura obsoleta. Por ello, la versión 6.15 del kernel incluirá cambios que requieren características no presentes en el 486 (véase, por ejemplo, TSC y CX8).
Linux se despide de una CPU histórica.
Esta decisión busca liberar a los desarrolladores de mantener emulación y soluciones anticuadas. A pesar de ello, los usuarios de sistemas 486 aún pueden utilizar versiones antiguas de Linux o sistemas alternativos como FreeDOS o ArcaOS. No obstante, algunos sistemas ligeros como MenuetOS, KolibriOS o Visopsys no sirven en 486, ya que requieren al menos un procesador Pentium. Así, unos meses después de criticar el auge de la IA, el creador de Linux ha puesto el foco sobre las CPU 486.