martes, 29 de noviembre de 2011

Hace ya 10 años que murio George Harrison.

Ya han pasado diez años que el miembro de The Beatles, George Harrison, dejo al cuarteto británico en binomio. Para mi, el mas normalito de la banda, que sin duda vivia eclipsado por Paul y John, pero no por ello dejaba de ser un buen guitarrista, un buen cantante, un buen compositor, un buen productor... quizas incluso fuera el mas completo del cuarteto de Liverpool. Hasta el fin de sus días fue fiel a su sonido, con el cual es considerado uno de los mejores guitarristas de la historia.
Harrison había nacido en Liverpool el 25 de febrero de 1943. Se trataba, por tanto, del miembro más joven de los Beatles (John y Ringo Starr eran de 1940; Paul de 1942). Admirador de Elvis Presley y Carl Perkins, conoció en un autobús escolar de su ciudad natal a McCartney, quien le presentó a su compañero de banda Lennon. Harrison se sumó a los Beatles gracias a su maestría con la guitarra eléctrica, que impresionó vivamente a Lennon y al manager Brian Epstein.
En aquel entonces, el grupo se llamaba aún The Quarrymen (luego Silver Beatles y, desde 1960, The Beatles). George aportó a los Beatles no solo algunas composiciones geniales, sino cuidadas interpretaciones de guitarra y un toque muy personal que se haría evidente sobre todo en el álbum Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band, toda una revolución musical.


Tras la ruptura de la banda en 1970, Harrison fue el primero en sacar un disco en solitario (All things must pass), con el que no tardó en volver a asomarse a la lista de los más vendidos. Entre las canciones de su etapa post-Beatles destaca todo un himno pacifista como "My sweet lord".
En esta nueva etapa profundizó en su acercamiento a la espiritualidad oriental. Harrison fue uno de los grandes impulsores en Occidente del movimiento Hare Krishna, al que financió generosamente. Su interés por Oriente no solo fue espiritual: aprendió a tocar el sitar, un instrumento musical indio del que era un virtuoso Ravi Shankar (padre de Norah Jones), y se dejó 'contaminar' por los sonidos indostánicos.
En 1971, junto a sus amigos Bob Dylan y Eric Clapton -que le 'robó' a su mujer Pattie Boyd (inspiradora tanto de "Something" como del "Layla" de Clapton)-, organizó en el Madison Square Garden de Nueva York el llamado Concierto para Bangladesh, pionero de los grandes eventos musicales con fines benéficos. El evento fue recogido en vivo en un triple álbum que llegó a lo más alto de las listas. Dos años después sacó, también con muy buena aceptacion, Living in the material world.
Al éxito de los primeros 70 sucedió una etapa difícil. La nueva ola musical, con la explosión del punk, lo dejó un poco fuera de juego. El exbeatle compensó ese tropezón en el ámbito musical con su éxito como productor cinematográfico: películas como La vida de Brian salieron de su compañía, reportándole suculentos ingresos.
Su vuelta al Top-Ten se produjo en 1987 con el disco Cloud nine, que incluía el tema "This is love". A este álbum sucedieron sus trabajos con los Traveling Wilburys, acompañado de Bob Dylan, Roy Orbison y Tom Petty. El primer disco de los Traveling tuvo una gran acogida entre el público, al igual que el segundo (ya sin Orbison, debido a su fallecimiento).
Debilitado por su enfermedad, que se le manifestó a finales de siglo, en enero de 2001 salió al mercado la edicion remasterizada de su All things must pass de 1970. No llegó a ver publicado su último trabajo, Brainwashed, convertido en 2002 en disco póstumo. Afrontó su final con serenidad, acompañado de sus seres queridos y con el consuelo de la fe panteísta (según el propio Harrison, alumbrada por sus primeras experiencias con el LSD) que inspiró muchas de sus canciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario